SERES AMADOS POR SIEMPRE

erdaderamente que la intensidad de un sentimiento profundamente genuino … traspasa las barreras de la muerte … y hace imperecedero el recuerdo de una persona, o sea, hay personas que luego de fallecidas, su ausencia parece convertirse en una paradoja, porque en cada cosa o aspecto que nos la recuerda, la vemos y sentimos como si aún viviera.

Lo digo porque voy a referir tres casos de personas que han fallecido, pero, pese al tiempo transcurrrido siguen siendo amadas como si no hubieran ido de este mundo material.

Primeramente, referiré dos casos de mujeres que me aportan el “antecedente biográfico” de lo que estoy afirmando a través de la pérdida física de sus esposos.

La primera, es mi mamá. Han transcurrido ya cinco décadas, y, su amor por mi padre fallecido (que aparece en la foto inicial de este post) sigue intacto. Nunca se volvió a casar. Siempre nos ha hablado de lo maravilloso que fue en vida física nuestro padre, y, que esos recuerdos lo mantienen vivo (emocionalmente) en ella.

El segundo caso es también otra viuda. Lo refiero porque igual que en el caso anterior, la viuda me dijo: “Jamás volveré a pensar en otro hombre, porque no he conocido otro hombre tan amable” pese a tener tantos pretendientes – y de tener 6 hijos en condición de huérfanos, no obstante, transcurridas también cinco décadas los sacó adelante con su trabajo.

El tercer caso, es el de una compañera de trabajo que falleció el año pasado, pero pareciera que aún convive con nosotros porque se le recuerda gustosamente por un sinfín de cosas que ella solía hacer y decir en la oficina, y, que nos marcaron tanto, que siempre es recordada por alguno de nosotros a causa de algunas de esas cosas que hacía y decía … al igual que los dos casos anteriores es de esos “SERES AMADOS POR SIEMPRE”.

De manera que estamos practicando un mejor vivir, cuando llevamos un estilo de vida tan significativo, tan altruísta, tan amoroso, que a las personas cercanas se les hace dificil aceptar el ( familiares o amigos) vivir sin ellos. No faltan los casos de personas que se suicidan o que quedan psíquicamente muy afectadas (o alteradas) por la muerte de un ser querido.

¿Qué legado dejas tú en la vida de las personas con quienes convives?. ¿Eres de los que convierten una persona alegre en una amargada? O ¿eres de los que cambian la vida triste de una persona en una vida más optimista?.

Retomando el caso de las viudas, ¿te gustaría ser recordado por cualidades tan hermosas como al amabilidad, el respeto, la cortesía?.

Retomando el caso de la compañera: ¿cuánto haces tú en la cotidianidad por aportar acciones y pensamientos positivos y constructivos para el bienestar de los demás?.

Dicen que luego de la muerte, ya todo se acaba. Y aferrados a ese pensamiento, muchos se entregan a una vida de desenfreno, con extralimitaciones sexuales, alcohólicas o adictivas, … ¿cómo crees que serán recordadas esas personas? … ¡si es que son recordadas por alguien!.

En conclusión: es importante tener un estilo de vida, que aporte tal nivel de bienestar y amor a nuestro entorno, que redunde en el mayor aprecio que corresponda a esa forma de vida, y que incluso redunde en preservar el buen nombre familiar … y, lo anterior no significa necesariamente un beatismo fanático, que precisamente por representar un extremismo de vida no redundará en ese aprecio aprecio del que vengo hablando, quizás incluso, lo que genere es un “recuerdo compasivo” de alguien que no supo disfrutar lo mejor de la vida.

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