La importancia de las visitas.

La convivencia en sociedad es la clave de las relaciones sociales. Una forma como se expresa esa convivencia es a través de las visitas sociales entre amigos o entre familiares. Hubo una época en que eran muy tradicionales esas visitas, como también tradicionales eran las buenas atenciones hacia ellos. ¿Cómo es eso hoy en día?.
Crecí bajo ese agradable patrón social de las visitas de amigos. Recuerdo con agrado las visitas de los compañeros y compañeras de trabajo de mamá, y el esmero en la atención que mamá les dedicaba. Es que a ella siempre le agradó brindarles un cafecito o un refresco, y si era la hora del almuerzo o la cena, les hacía la respectiva invitación.
Ese modelo tan agradable de convivencia quedó grabado en mi mente. Y la ejemplar conducta de mi mamá respecto a sus visitas, también moldeó mi manera de pensar y de actuar, y por tanto respecto a las visitas que recibo en mi casa, trato de imitar lo aprendido de mi madre.
De manera que llego al nivel de plantear que estamos practicando un mejor vivir, cuando honramos con las atenciones correspondientes a nuestras visitas, lo cual además por lo ya expresado, debe servir de modelo a nuestros hijos respecto a su posterior conducta adulta.
Pero tengo que manifestar que en la actualidad, salvo algunas excepciones entre las que incluyo mi familia, no veo ese esmero de brindar atención a las visitas. No es la conducta generalizada, pero lamentablemente sí son muchas las personas que veo que son indiferentes en el trato a las visitas, cayendo en lo que antes veíamos como una descortesía, o incluso, como una carencia de etiqueta social.
Algunos dirán que el alto costo de la vida hace prohibitivo ofrecer un café o un refresco a un amigo que nos visita. No estoy de acuerdo, pero respeto a quien así piensa.
Otro argumento que escuché y que quizás sea explicativo de la pérdida de tan agradable tradición social, es lo referido al enviciamiento de la juventud por sus computadoras, llegando el caso de excusarse con los amigos que los visitan porque están ocupados en su computadora. No digo que sea cierto, pero en los casos que sí lo es, sólo puedo decir que brindar unos minutos de atención y quizás ofrecer algún cafecito, no debe repercutir tan severamente en tus ocupaciones con tu computadora.
Este blog está orientado a enfocar esas costumbres que favorecen el buen vivir social y ciudadano. Porque con nostalgia puede apreciarse en la actualidad la pérdida de valiosas y hermosas costumbres y tradiciones que hacían agradable la convivencia social. Y es importante traerlas a la memoria y comentarlas para favorecer su rescate.
En el caso de las visitas, puedo decir que las aprecio como un mecanismo de interacción que fortalece las relaciones familiares y estimula la solidaridad y la cooperación entre individuos. Es que más de una vez, algún amigo que nos visita, y que sabe de electricidad llega en el justo momento que tenemos un apuro con el sistema eléctrico en la casa: me imagino que eventualidades semejantes ha vivido alguna vez el lector.Veo muy sano cuando se recibe una visita, y en lugar de molestia o disgusto, las recibimos con alegría y agradecimiento. Que alguien nos tenga en cuenta, es muy valioso y muy significativo porque es la evidencia de que somos socialmente aceptados y estimados, y nos pone al tanto de los posibles amigos o familiares con los que podríamos contar en el caso que se nos presente alguna eventualidad.
Todo este cuerpo de reflexiones lo justifico en la defensa de un valor humano muy importante, que es la amistad, y que es la que en definitiva va a motivar a tus conocidos y familiares a honrarte con una visita. Quienes te visitan te demuestran su amistad, y además te regalan su alegría, porque las visitas se prestan para compartir juegos, alegrías, etc.
Es que hay fechas muy importantes en las vidas de las personas. Entre ellas tenemos: cumpleaños, graduaciones, bautizos, matrimonios, etc, e incluso momentos críticos como: enfermedades o accidentes, y, en todos esos momentos agradables unos y desagradables otros, el común denominador siempre será la presencia de nuestros leales e incondicionales amigos. Es que resulta tal la realidad de esos argumentos, que en películas y comiquitas siempre veremos el argumento de la humanidad exaltada por el valor de la amistad que nos acalora con su compañía y apoyo en los momentos trascendentales de nuestra vida:De manera que sentir enojo, incomodidad o desagrado por recibir una visita, lo califico como un antivalor social, e incluso llego a pensar que esos sentimientos ante quienes nos visitan solo pueden albergarse en sujetos que atraviesan por algún problema que los desequilibra o quizás que los desorienta para evaluar la gran importancia que tienen los amigos. Dicho de otra manera, no es sana conducta menospreciar la amistad, incluso lo veo anticristiano, porque la misma Biblia fomenta la amistad entre hermanos y la amistad entre Dios y el hombre.
Aprendamos a valorar nuestras amistades, y demos a los amigos que nos honran con sus visitas, el trato digno que ellos se merecen. Si recibes muchas visitas, miles de visitas, no eres desgraciado, todo lo contrario, eres muy afortunado y debes estar agradecido.

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