Nadie en esta vida compite pensando en perder, pero cuando compites te enfrentas a la opción de perder, y aún cuando sea desagradable, hay que asimilar con hidalguía los resultados donde hemos perdido. La situación es más compleja cuando quien pierde, lleva la banda de favorito, pero, ¡aún los favoritos tienen una mala tarde, y tienen que conformarse con la derrota!. El lunes 12-09-11 la Miss Venezuela Vanessa Goncalves, amplia favorita en el certamen del Miss Universo, no logró siquiera acceder a las 10 finalistas, y tuvo que resignarse en ver la coronación de Miss Angola, originando muchísimos comentarios que voy a traerlos a la reflexión en este post.
Quiero comenzar diciendo que este año es el segundo evento donde veo esta peculiar actitud. Porque en la finalizada Copa América Argentina-2011 fueron muchos los comentarios que denigraban del triunfo (INDISCUTIBLE) de la selección de Uruguay, y estos comentarios se originaron de "pseudoexpertos" que daban como seguros ganadores a Brasil o Argentina. La reflexión es: ¡gana el mejor, y quien se lo merece por haber hecho mejor las cosas!, y, la negación de la realidad no va a cambiar los resultados a favor de los favoritos. Esa actitud negacionista es clara muestra de incultura y de irrespeto al Campeón, y "no estamos practicando un mejor vivir" cuando irrespetamos a los ganadores de un Evento, cualquiera sea la naturaleza del evento.
La actitud más sana y más culta es respetar los resultados. Una muestra de admirable hidalguía es que el perdedor reconozca y felicite al ganador, porque es lo que esperaríamos de resultar ganadores. Entonces es un pésimo mensaje social, incluso un indeseable antivalor, el del desconocimiento de los merecidos triunfos de cualquier ganador en cualquier evento, sea ese evento de la naturaleza que sea.
Si se ve de pésimo mal gusto el negacionismo al triunfo en los deportes, considero que es doblemente inaceptable cuando se trata de Certámenes de belleza; en el caso que comento, es un insultante irrespeto el desconocimiento del triunfo de Miss Angola (Leila Lópes) como la merecida triunfadora del Miss Universo 2011, y citaré lo que veo como las tres razones de cultura básica que deben ser tomadas en cuenta:
(1) Se han dado comentarios, incluso de irrespetuoso e insultante índole racista, hacia Miss Angola pasando por alto el respeto que toda sociedad civilizada debe a una Dama;
(2) Se ofende al valor que se pretende exaltar en dicho Certamen, y me refiero al sublime valor de la belleza, el cual es tan dignamente representado en la humanidad de cualquier mujer;
(3) Se irrespeta la dignidad del país representado por esa candidata, el cual la envía bajo la premisa del mútuo respeto y del tácito acuerdo de acatamiento a las normas y resultados del evento.
Dicho todo lo anterior, considero conveniente hacer dos aclaratorias:
(1) Como venezolano, mi apuesta era al triunfo de Vanessa Goncalves, pero,
(2) Como ser humano, respeto la ganadora y ni objeto sus condiciones físicas, ni descalifico el trabajo profesional del jurado que tomó la decisión de Coronarla.
La razón es sencilla y obvia: Si Miss Venezuela hubiese ganado, hubieran salido detractores a ese triunfo, sobre la base de sus anteriores y numerosos triunfos, y todos veríamos mal esas críticas, pues sucede que igual de mal se ven las críticas de venezolanos y no venezolanos ante el triunfo de Leila Lópes. De manera que el principal trofeo en esta vida, y por tanto en cualquier competencia, es respetar el resultado final, bien sea, ganador o perdedor.
Sobran las opiniones de que Vanessa era la más bonita, y lo mismo leí en Facebook respecto a Dominicanos y Colombianos que aspiraban ver llegar más lejos a sus candidatas, pero todos parecen obviar que: ¡NO SIEMPRE SE GANA!. Y sucede que se olvida el detalle caballeresco que en materia de belleza femenina, son INSULTANTES las comparaciones, ¡por favor!, demos un poco de caballeresco respeto a Leila y de civilizado respeto al Jurado calificador.
Por otra parte, en la persona de Leila se da la inmejorable oportunidad de que se haga sentir ante el mundo tanto su Angola natal como su sufrido Africa, por tanto, creo que el Miss Universo le ha ofrecido al continente africano una oportunidad dorada de hablarle al mundo en la persona de Leila Lopes. Además de que representa una lección para quienes han ensuciado lo sublime del Certamen con necias descalificaciones racistas. Enfatizo que podemos no estar de acuerdo con los resultados, pero eso "no cambiará la realidad a nuestro favor", y lo más civilizado, culto y educado es aceptar la decisión final.
Además tampoco faltaron las necias acusaciones de supuesto Complot por parte del jurado, lo cual representa una necedad, porque lo que no se puede comprobar con las pruebas irrefutables pertinentes, no debería ser sostenido como argumento para descalificar una decisión cualquiera que sea.
Traigo este tema porque esa actitud incivil también se está observando respecto a decisiones que emanan de importantes y respetables Organismos internacionales, como: OEA, ONU, Corte Penal Inrernacional, etcétera, lo cual es grave porque se trata de Organismos serios, fundados con la finalidad de servir de mediadores y conciliadores entre países, de manera que sea la vía de la Negociación y la Justicia los que prevalezcan sobre la Guerra y la Impunidad. Por lo espinoso del tema político, no citaré caso concreto, porque además son muy conocidos los casos más sonados tanto en América como en el Mundo. Y esto no quiere decir que no podamos estar en desacuerdo con ellos, pero tampoco caer en el plano de la descalificación que hoy día se observa de presidentes de ciertos países respecto a algunos Organismos internacionales que los desfavorecen en sus veredictos, y estemos claros que no se construye una sociedad sana, sobre la base del irrespeto a esos organismos.
Quiero comenzar diciendo que este año es el segundo evento donde veo esta peculiar actitud. Porque en la finalizada Copa América Argentina-2011 fueron muchos los comentarios que denigraban del triunfo (INDISCUTIBLE) de la selección de Uruguay, y estos comentarios se originaron de "pseudoexpertos" que daban como seguros ganadores a Brasil o Argentina. La reflexión es: ¡gana el mejor, y quien se lo merece por haber hecho mejor las cosas!, y, la negación de la realidad no va a cambiar los resultados a favor de los favoritos. Esa actitud negacionista es clara muestra de incultura y de irrespeto al Campeón, y "no estamos practicando un mejor vivir" cuando irrespetamos a los ganadores de un Evento, cualquiera sea la naturaleza del evento.
La actitud más sana y más culta es respetar los resultados. Una muestra de admirable hidalguía es que el perdedor reconozca y felicite al ganador, porque es lo que esperaríamos de resultar ganadores. Entonces es un pésimo mensaje social, incluso un indeseable antivalor, el del desconocimiento de los merecidos triunfos de cualquier ganador en cualquier evento, sea ese evento de la naturaleza que sea.
Si se ve de pésimo mal gusto el negacionismo al triunfo en los deportes, considero que es doblemente inaceptable cuando se trata de Certámenes de belleza; en el caso que comento, es un insultante irrespeto el desconocimiento del triunfo de Miss Angola (Leila Lópes) como la merecida triunfadora del Miss Universo 2011, y citaré lo que veo como las tres razones de cultura básica que deben ser tomadas en cuenta:
(1) Se han dado comentarios, incluso de irrespetuoso e insultante índole racista, hacia Miss Angola pasando por alto el respeto que toda sociedad civilizada debe a una Dama;
(2) Se ofende al valor que se pretende exaltar en dicho Certamen, y me refiero al sublime valor de la belleza, el cual es tan dignamente representado en la humanidad de cualquier mujer;
(3) Se irrespeta la dignidad del país representado por esa candidata, el cual la envía bajo la premisa del mútuo respeto y del tácito acuerdo de acatamiento a las normas y resultados del evento.
Dicho todo lo anterior, considero conveniente hacer dos aclaratorias:
(1) Como venezolano, mi apuesta era al triunfo de Vanessa Goncalves, pero,
(2) Como ser humano, respeto la ganadora y ni objeto sus condiciones físicas, ni descalifico el trabajo profesional del jurado que tomó la decisión de Coronarla.
La razón es sencilla y obvia: Si Miss Venezuela hubiese ganado, hubieran salido detractores a ese triunfo, sobre la base de sus anteriores y numerosos triunfos, y todos veríamos mal esas críticas, pues sucede que igual de mal se ven las críticas de venezolanos y no venezolanos ante el triunfo de Leila Lópes. De manera que el principal trofeo en esta vida, y por tanto en cualquier competencia, es respetar el resultado final, bien sea, ganador o perdedor.
Sobran las opiniones de que Vanessa era la más bonita, y lo mismo leí en Facebook respecto a Dominicanos y Colombianos que aspiraban ver llegar más lejos a sus candidatas, pero todos parecen obviar que: ¡NO SIEMPRE SE GANA!. Y sucede que se olvida el detalle caballeresco que en materia de belleza femenina, son INSULTANTES las comparaciones, ¡por favor!, demos un poco de caballeresco respeto a Leila y de civilizado respeto al Jurado calificador.
Por otra parte, en la persona de Leila se da la inmejorable oportunidad de que se haga sentir ante el mundo tanto su Angola natal como su sufrido Africa, por tanto, creo que el Miss Universo le ha ofrecido al continente africano una oportunidad dorada de hablarle al mundo en la persona de Leila Lopes. Además de que representa una lección para quienes han ensuciado lo sublime del Certamen con necias descalificaciones racistas. Enfatizo que podemos no estar de acuerdo con los resultados, pero eso "no cambiará la realidad a nuestro favor", y lo más civilizado, culto y educado es aceptar la decisión final.
Además tampoco faltaron las necias acusaciones de supuesto Complot por parte del jurado, lo cual representa una necedad, porque lo que no se puede comprobar con las pruebas irrefutables pertinentes, no debería ser sostenido como argumento para descalificar una decisión cualquiera que sea.
Traigo este tema porque esa actitud incivil también se está observando respecto a decisiones que emanan de importantes y respetables Organismos internacionales, como: OEA, ONU, Corte Penal Inrernacional, etcétera, lo cual es grave porque se trata de Organismos serios, fundados con la finalidad de servir de mediadores y conciliadores entre países, de manera que sea la vía de la Negociación y la Justicia los que prevalezcan sobre la Guerra y la Impunidad. Por lo espinoso del tema político, no citaré caso concreto, porque además son muy conocidos los casos más sonados tanto en América como en el Mundo. Y esto no quiere decir que no podamos estar en desacuerdo con ellos, pero tampoco caer en el plano de la descalificación que hoy día se observa de presidentes de ciertos países respecto a algunos Organismos internacionales que los desfavorecen en sus veredictos, y estemos claros que no se construye una sociedad sana, sobre la base del irrespeto a esos organismos.
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