Es un hecho que la sociedad moderna ha dado un significativo vuelco a los valores sociales tradicionales. Por tanto, no podemos acusar a la actual generación de carecer de valores, porque simplemente se han acoplado a otros valores. Es muy prematuro evaluarlos, ya que hay que dejar que se noten sus efectos en esta generación, que por lo demás, se siente a gusto con esos valores, y por tanto los defiende. Los valores morales los veo, como esas ramas altas, a los cuales sólo las jirafas pueden acceder, y vamos a explorar algo esa elevación espiritual.
Me relata un amigo, que luego de 25 años de matrimonio, su esposa a quien siempre la caracterizó una forma de vestir muy tradicional, de faldas moderadas y blusas sin escotes, ahora, ha cambiado de parecer. Así es. De forma tal, que cuando le reclama el por qué tiene que salir a la calle con pantalones tan pegados, que dibujan las rajas de su fisonomía femenina, su respuesta es: ¡Sólo las viejas, usan faldas!. Lo cierto, es que hablamos de una señora de 50 años, con 2 hijos adultos, y cuya "moderna" forma de vestir (para su edad), le acarrea piropos como nunca los recibió en sus mejores años mozos. Esto no sonaría mal, si no ocasionara celos en quien ha sido su pareja por tanto tiempo, y que, quizás motivado a esos ataques sexuales que origina su atractivo sexual cincuentón, ya le ha pedido en dos ocasiones el divorcio. Veo importante hacer la necesaria aclaratoria que no es intención de este post emitir juicios de valor sobre las preferencias femeninas en vestimenta, sino sobre el hecho "muy puntual" de que la señora del ejemplo, no toma en cuenta la inconformidad del cónyuge, a quien le debe respeto. Particularmente, pienso que la mujer con pantalones se ve muy atractiva.
Les puedo asegurar que cuando esos amigos contrajeron nupcias, entre sus planes futuros, no estaba ni el divorcio ni la exhibición de la esposa cual modelo de pasarela. Acá se ejemplifica lo dicho en la introducción: no se trata de carencia de valores, sino de que la señora asume otros valores, que la hacen sentir más cómoda, donde hace una redefinición muy personal de lo que ella ve como "respeto conyugal", y tal redefinición la hace ver el tema del divorcio de una manera más light. La cuestión entonces nos remite al tema de los valores morales, ¿qué tan elevados eran los principios que fundamentaban esos valores?, y ¿qué tan sólidos eran esos valores?. Luego, ¿por qué se pierden esos valores?.
Me gusta mucho crear conceptos nuevos, reforzados en recursos imaginativos que apoyen su nemotécnico uso. Yo quiero hablarles de los "valores jirafales". ¿Qué son?.
Pues, evaluando el ejemplo de la ilustración me doy cuenta que el problema radica en que la señora no estaba cimentada en "altos principios", porque la posibilidad de exhibirse a otros hombres y provocar situaciones de infidelidad conyugal, no son precisamente altos principios, o los que yo llamo "valores jirafales". Sólo las jirafas llegan a las ramas de ciertos árboles, entonces, hay valores tan elevados desde el punto de vista espiritual, que sólo la persona con tal preparación ética puede alcanzarlos.
De forma que un hombre o una mujer con altos valores éticos, se convierten, figurativamente hablando, en las jirafas de esa selva llamada civilización. Hay veces se me antoja pensar que el motivo de Dios en su perfecto plan de creación del mundo, al crear a la jirafa, fue para recordarnos que hay cosas que están muy elevadas, y sólo seres únicos pueden llegar a ellas, o que para alcanzar cosas tan elevadas se requiere de mucho esfuerzo, pero, para esa circunstancia no aplica el caso de la jirafa. Y nunca olvido cuando veía a una muchacha o a algún sujeto con "valores jirafales", yo siempre los veía como "muy por encima del común y corriente", o sea, de mucha elevación personal y espiritual, lo cual, años después los describo como personas con "valores jirafales", y puedo aseverarles, que esos valores jamás se pierden, simplemente, mueren con la persona.
Quien no tiene valores, no puede llegar "hasta esas ramas de la ética", a los que si puede acceder la persona con sólidos valores jirafales, representados por los grandes valores éticos, que por mucha modernidad, no pasarán jamás de moda, tales como el respeto, la consideración, la solidaridad, la gratitud, entre otros. Ustedes no verán nunca a una jirafa devorando a otro animal, claro es herbívoro, y para eso tiene las altas ramas destinadas para ellas. Los altos valores están destinados sólo para aquellos que cual jirafas, quieran llegar a esas ramas tan altas.
Veo con claridad a las jirafas en un bus. En aquellos ciudadanos que no gritan vulgaridades, que aún no exterminan el ¡por favor!, que no arrojan desperdicios a la calle, que ceden sus asientos a ancianos o damas. Imaginativamente, los veo como las jirafas que sobresalen notoriamente sobre tanta bestia, que por desconocimiento o apatía, no honran los mínimos valores de trato decente. Los valores jirales hacen que el individuo tenga en cuenta en sus hechos y dichos, a su prójimo, que puede ser desde un familiar hasta un vecino o un compañero de trabajo, o incluso un extraño. Los valores jirafales te hacen ver mal la injusticia, la vulgaridad, la morbosidad, la corrupción. Los valores jirafales te sañalan como norte a la enseñanza de Dios, y como sur, a la elevación espiritual, moral y cívica del hombre. Los valores jirafales inspiraron nuestros héroes, y ellos nos inspiran esos valores a nosotros, en términos de ejemplaridad.
La jirafa es un animal excepcional en la selva, y por sus características es único, y sobresale del resto de las bestias salvajes. Así es la persona con "valores jirafales": la belleza de sus valores éticos, lo hace único, y lo hace sobresalir sobre el resto de las bestias que se comen y destruyen porque no alcanzan las altas ramas.Valores jirafales tiene el que respeta la luz roja del semafóro, quien no habla mal del compañero a sus espaldas, quien respeta las pertenencias de la empresa donde labora, quien busca a Dios al alba. Al proceder así, sobresale sobre el resto de las personas que no han evolucionado lo suficiente como para decir que han superado sus ideas de bestias. Porque hay que ser muy bestia, para irrespetar la luz roja y ocasionar un choque donde puedan resultar lesionadas muchas personas inocentes.
Las personas sin "valores jirafales" las aprecio como aquella cadena de monos, que aún dándose ayuda mútua no alcanzan las alturas propias para las jirafas. Es que las personas con valores jirafales, alcanzan alturas que las personas que aún siguen con valores simios no llegan a alcanzar.
Valores jirafales tiene el hijo que respeta a su padre, porque en una sociedad donde el respeto "está por el suelo", ver a un hijo con esa condición moral, al igual que una jirafa, sobresale del resto de las bestias que incluso matan a sus progenitores. Esto último es tan irracional y decadente, que aún yo no he visto en documentales de National Geographics o de Animal Planet, alguna bestia que mate a sus propios progenitores, entonces, ¿quién es más bestia?.
¡Ah!, es que también hay valores jirafales en el lector que al visitar un blog tiene la educada gentileza de dejar comentarios al bloguero, agradeciendo el material compartido, que de alguna forma le debe repercutir en crecimiento personal. Es algo así como el hijo que agradece al padre los buenos y desinteresados consejos que le imparte, y que le serán de luz en el camino a recorrer en la vida.
Finalmente, valores jirafales son los que deben siempre inspirar las letras de todo escritor navegante de la internet, para dejar una huella intelectual en la formación ciudadana y en el palmarés educativo que se apoya en consultas de blogs
Finalmente, valores jirafales son los que deben siempre inspirar las letras de todo escritor navegante de la internet, para dejar una huella intelectual en la formación ciudadana y en el palmarés educativo que se apoya en consultas de blogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario