Hay figuras históricas cuyo inmortal pensamiento trasciende las barreras de tiempo y espacio y los hace figuras admirables por generaciones. Quiero referirme al ex-presidente John Kennedy (EEUU), y una frase que hizo historia:
"No preguntes qué puede hacer tu país por tí, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país".
Ese pensamiento trasciende de su época y de su nación, y hoy es más vigente que ayer, y me atrevo a asegurarles que 1.000 años después tendrá más valor aún. Quiero invitarlos a pensar en la lección que se deriva de la filosofía de país predicada por Kennedy.
"No preguntes qué puede hacer tu país por tí, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país".
Ese pensamiento trasciende de su época y de su nación, y hoy es más vigente que ayer, y me atrevo a asegurarles que 1.000 años después tendrá más valor aún. Quiero invitarlos a pensar en la lección que se deriva de la filosofía de país predicada por Kennedy.